21 de noviembre de 2015

Dime que lo haga

Dime que lo haga y te escribo verso a verso a qué saben tus besos, porque sé contar cuentos bonitos, pero más me gusta todavía si soy yo quien los invento, y así poder decir algo sobre la luna sin falta de que se haga de noche, sobre tu risa y mi prisa por volver a oírla. Si te sientas en el suelo, a mi lado, te relato, poco a poco, cómo son esos labios que cierran promesas que nunca salieron de mi boca, cómo sonríen y como los muerdo. Dame unos instantes y haré de tu boca un poema sin palabras ni puntos, ni comas.

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