23 de noviembre de 2014

La sociedad mata.

Los complejos no son más que miedos y vergüenzas que afloran de las personas a las que se les impone un roll y no son capaces de alcanzarlo.
La sociedad se ha empeñado en imponernos rolles de belleza bastante difíciles de conseguir puesto que no todos los cuerpos son iguales. 
En el caso de las mujeres, la imagen de cómo deberían de ser para sentirse guapas lleva muchos años conviviendo con nosotros, y no solo eso, sino que es un tipo de cuerpo inalcanzable para la mayoría y muy sobre explotado en los medios de comunicación. Esto hace que miles y miles de chicas se sientan mal consigo mismas por no poder complacer a nuestra querida industria de la imagen y de la comunicación. 
Hay hombres acomplejados, pero por suerte son muy pocos. Si preguntas en tu círculo de conocidos podrás comprobar que un porcentaje muy muy alto de chicos no tiene ningún tipo de complejo físico, mientras que en el caso contrario, en las chicas, rara es la que no tenga ninguno. Y más en profundidad, los complejos de las mujeres se centran más que nada en el peso y en tener unas caderas o piernas demasiado grandes.
Vale, ¿qué es demasiado grande?
No tenemos que cumplir con las medidas 90-60-90 para estar bien, no necesitamos caber en una 36 para gustarle a alguien, no tenemos que ser como quieren que seamos.
Cada persona tiene su encanto, todos tenemos algo que llama la atención de otro, aunque no de cientos. Pero, para qué  quieres tener cientos de personas admirando tu cuerpo si no sabrían qué  hacer con él, si solo valoran eso.. 
Un cuerpo bonito es un cuerpo que se quiere y es querido, un cuerpo que es aceptado cada mañana y cada noche por quien lo habita y no por los dueños de los medios. Un cuerpo diez es el cuerpo que se muestra tal y como es, un cuerpo en continuo proceso de cambio, un cuerpo al fin y al cabo. 

13 de septiembre de 2014

Answers

¿Cómo le explicarías a una persona que nunca ha tenido visión, a una persona completamente ciega, qué es el color azul? 
De nada sirve que le expliques que es el color del cielo una soleada mañana de junio; que es el color del extenso océano que sacude los barcos de un lado hacia el otro; que es el tono exacto que difícilmente hallarás en una comida; el color de ojos del canon de belleza estipulado en la sociedad desde hace siglos; que cuando ves azul sientes paz, es el color de la tranquilidad. El azul, presente en nuestros días y en nuestras noches. Es uno de los dos colores universales oficialmente aceptados para escribir a mano. El azul está catalogado como un color frío, es uno de los tres colores primarios. El azul que si se junta con el amarillo forman el verde. Y ¿quién es amarillo, y quién es ese tal verde?
Si alguna vez te ves en la situación y tienes que explicarle a una persona ciega cómo es el color azul puedes decirle que es el tono de la vida que nos ofrece la libertad, que nos recuerda que siempre hay una ventana abierta por la que entra aire. Es la forma abstracta que define el ansiado verano. Llévale a una playa y dile que escuche el mar, que ese sonido es azul. Ábrele la ventana un domingo soleado y cuando los pájaros cantar, recuérdale que ese sonido es el color azul. Y si aún así todavía no está muy convencido de lo que es el color azul, dile que cuando llore de felicidad pruebe una de sus lágrimas, que la deje correr por su mejilla mientras ríe y que saboree lo que es el color azul intenso. 

"Yo no escribo para gustar, lo hago para desahogarme."

Publicity

A veces me asombro al darme cuenta de las estrategias ocultas que se esconden en la rutina diaria y que sorprendentemente las hemos asumido como algo inofensivo.
Para ir poniéndonos un poco en materia, la publicidad no son solo aquellos anuncios molestos que nos cortan nuestra película en la televisión, o los catálogos que aparecen en nuestro buzón y que podemos tirar sin más. La publicidad es un conjunto de estudios, estrategias y como no, resultados, de los que nosotros, las personas, somos los objetos de prueba. La publicidad pasa de los míticos anuncios "inofensivos" a colarse en nuestra vida y en nuestra mente, se apodera de nuestros impulsos capitalistas obligándonos a necesitar. Porque no es cierto que nos inciten a comprar algo o a consumir un servicio, sino que nos crea la necesidad de necesitarlo, de quererlo. Y no es solo eso, sino que también nos crea una forma de ver la sociedad en función de lo anunciado. Es decir, nos muestran cómo, quién, por qué y cuándo han de ser consumidos esos productos, y desgraciadamente caemos como moscas.
Año tras año, y como todo, evoluciona y se expande por las actividades diarias, pero esto lo vemos mejor con ejemplos.

Los anuncios de coches son un claro ejemplo del sexismo social con el que compartimos calle. Digamos que en un 90% de los casos (tirando a la baja..) los conductores son hombres. En los anuncios nos enseñan que cuanto más caro y mejor sea el coche, más prestigio tendrá el conductor y a más mujeres atraerá. Porque desgraciadamente si una mujer sale en un anuncio de esta clase, en la mayoría de los casos es o como otro complemento del coche o sin demasiada ropa.

Los anuncios de detergentes y demás productor de limpieza, cosas para el cuidado de niños, depilación, productos anti imperfecciones, dietéticos, para mejorar el tránsito intestinal, y similares, solo muestran mujeres. Y si aparecen hombres, os aseguro que no están dando uso del producto publicitado, Esta es la clase de anuncio que más me enervan, los que venden más la imagen de la mujer ocupándose del hogar, del criado de los hijos, de estar siempre "perfecta".. que la del producto en cuestión. Este tipo de anuncios son los que nos hacen ver que la sociedad, aunque pueda parecer que ha avanzado mucho en este ámbito, sigue casi igual.

Además de estos ejemplos de roll, la publicidad ha llegado a invadirnos en casa, colándose en nuestro ordenador, y esto realmente me inquieta, pues los anuncios que nos aparecen en la pantalla del pc varían según las cosas que hemos buscado por internet, y si no os habéis fijado podéis hacer la prueba. Si entras en una página de zapatillas deportivas, por ejemplo, de forma innata te van a ir apareciendo a lo largo de unos días anuncios en los bordes de tu pantalla sobre zapatillas deportivas.

Más profundo aún, ahora buscando en la reflexión más que en la imagen. ¿Cuántas cosas tienes en tu casa que realmente no necesitas? Piensa en una lista de unas diez cosas, objetos, prendas de ropa, etc de las que te podrías deshacer y nada se vería alterado en tu día a día. Cuántos aparatos tecnológicos, vestimentas, relojes, cosméticos y demás tenemos en nuestros hogares y que casualmente, aunque los hemos renovado, los "antiguos" no se han estropeado, Por qué, si mi reloj de muñeca está en buen estado me he comprado otro, sencillamente porque se agotó la pila. Por qué, si mi móvil funcionaba he comprado otro más nuevo pero con las mismas características funcionales al fin y al cabo..
Porque la publicidad nos ha enseñado dos cosas. La primera es que los seres humanos lo necesitamos todo, necesitamos cada cosa que anuncien. Y la segunda, que es mejor el que más tiene, el que más se gaste en algo y el que más a menudo renueve sus pertenencias.

Tenemos que demostrarles a los que "dirigen el mundo" que somos más listos que ellos, que el cebo de la publicidad y el consumismo se lo pueden tirar a otros, que nosotros no vamos a picar más.

"Yo no escribo para gustar, escribo para desahogarme"



7 de septiembre de 2014

Solitudine

Soledad es un nombre de mujer, Soledad es caprichosa y no sabe lo que quiere, aun así hace y deshace a su antojo devastando corazones por donde quiera que pase. Soledad es bonita por fuera y lo sabe, por eso consigue atraer a tantos a su vera, para después mostrarse tal y como en realidad es. Soledad está triste a pesar de que sonría cuando la miras, Soledad quiere llamarse solo Sol, no le gusta la "edad", dice que es lo que hace que te sientas solo, que es la culpable de su pena y la causante de todos los problemas que nos asfixian. 
Sol es brillante y una vez me dijo que si no quería crecer, que si no quería saber nada de la edad, que podía quedarme donde estaba, Sol me enseñó que con querer vale, que siempre podemos ser jóvenes y que jamás nos tendríamos que acercar a ella. Sol me contó un secreto, Sol en realidad nunca estuvo sola, la edad la hizo parecer oscura, pero que no todos tenemos que seguir su mismo camino. 


"Yo no escribo para gustar, escribo para desahogarme" 

9 de agosto de 2014

Oh darling, my heart is on fire.

Solo echamos de menos las cosas cuando verdaderamente las hemos perdido. Cuando sentimos que lo tenemos todo y seguimos queriendo más, cuando echamos de menos sufrir, cuando ya no hay más cosas reales de las que nos podemos quejar. Es ahí donde decidimos romper con nuestra felicidad continua y decidimos complicarnos la vida de una forma estúpida y realmente dolorosa. 
Porque la felicidad reside en las personas, y cuando escogemos cambiar el rumbo de nuestras alegrías estamos echando por tierra los sentimientos de la otra persona que sujetaba con nosotros la cuerda del bienestar. Cierto es que una cuerda no pesa mucho, no es difícil de recuperar.. pero depende completa y absolutamente de dos, de sus dos lados, de su principio y su final, y por mucho que queramos atarla de nuevo para recuperar su altitud, por mucho que deseemos volver a nuestro paraíso particular, ya no tenemos derecho. 
Las decisiones que tomes en la vida tienen dos características principales. Son irrevocables y son tuyas. Con eso tenemos que aprender a vivir y por desgracia o por fortuna es lo que nos hace avanzar. Equivocarse va de la mano con crecer, por poco que nos guste.


"Yo no escribo para gustar, escribo para desahogarme"