Los sueños que no le cabían en la cabeza los iba dejando en sus personas favoritas, así sabía a dónde tenía que ir a recuperarlas si algún día se quedaba sin alas.
Caminaba rápido, siempre temía que la manecilla larga del reloj le pusiera la zancadilla. Aunque a veces se quedaba quieta, se paraba a observar, sin gafas ni intenciones, solo mirar. Y le encantaba notar como se le escapaban algunas sonrisas mientras invertía su vista en el presente.
Había días de amor y otros tantos de odio, no soportaba al mismo tiempo que adoraba la velocidad de sus pensamientos, la fuerza y la determinación de cada una de las palabras que su cabeza generaba, aunque no dijesen nada.
Aunque soñar despierta con el pasado y el futuro le robaba muchos minutos del presente, vivía feliz en esa irrealidad atemporal.
Era fan de las casualidades, pero más aún de averiguar que no eran tan inintencionadas como se hacían ver. Disfrutaba descubriendo el porqué de todo lo que estaba a su alrededor, aunque no tuviera que enterarse; aunque se lo guardase para ella.
4 de diciembre de 2016
Generalísimo
En el mundo de la globalización la generalización es ley. Ordenar según criterios que son de todo menos fieles a la realidad, estereotipar colectivos, clasificar como si de una producción en serie se tratase.
Así resulta más fácil controlarnos, te indican cuál es tu grupo y a qué rasgos deberás de responder a partir de ahora si no quieres sentirte desplazado. Además, te señalan a los que serán tus enemigos, por si en algún momento te da por pensar y te das cuenta de que compartes mucho más con alguien de fuera de tu grupo que con uno del mismo.
Los chicos de azul, las chicas de rosa y los malos de negro. Y ya está.
Es cierto, todavía no nos han puesto rejas en todas nuestras jaulas, de momento solo las llaman fronteras y están marcadas en un papel.
¿Pretendes romper con las normas no escritas de tu colectivo? No te preocupes, todos sabemos lo que hay que hacer para que vuelvas al rebaño; no dejaremos que pienses por ti mismo o que hagas lo que realmente quieres, porque entonces toda esta estructura, la jerarquía y el orden de biblioteca del que gozamos, se derrumbaría. Así que desde el insulto y la vejación hasta la agresión física, pasando por la injusticia social, laboral y en cualquier ámbito que se nos ocurra, acabaremos con tus ganas de ser tú, de abandonar el nosotros.
Los chicos no lloran, los chicos son fuertes y besan a las chicas.
Las chicas son solo emociones, delicadas y se dejan besar por los chicos.
Los blancos son superiores a los demás.
El rico siempre será más inteligente que el pobre.
¿Véis que fácil es?
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