22 de diciembre de 2015

Bajo la almohada

Ayer miré bajo la almohada y vi.
No debí de mirar,
lo que no quería ver.

Volví a mirar bajo la almohada,
esta vez ya no ví, 
cerré los ojos,
o directamente no los abrí.

Me dio miedo ver
así que no volví a mirar
no sabía qué hacer.

Por no querer ver
por no saber mirar

Por mirar bajo la almohada
vi sueños rotos, 
vi sueños cumplidos,
vi sueños grandes
y pequeñitos.

Me dio tanto miedo saber
que guardaba todo eso bajo la almohada
que no quise ver, no quise cumplir,
no quise arreglar, no quise guardar,
no quise olvidar.




21 de noviembre de 2015

Comida y Cama

¿Por qué la sociedad se empeña en quitarnos todos los placeres existentes? Perdonadme, seré más concreta. ¿Por qué nos quitamos todos los placeres existentes? Porque sí, porque queda muy bonito echarle la culpa de todo a la sociedad, pero no os olvidéis que la sociedad la formamos todos y cada uno de nosotros, y que si algo no te gusta de ella, cámbialo, quejándote no arreglas ni un descosido.

Pues bien, retomando el tema de los más que exquisitos placeres del ser humano.. Qué puede haber mejor que comer, que dormir, que el sexo.. Y entonces, por qué está tan mal vista la gente gorda, se tachan de vagos a los que disfrutan de las siestas, y nos escondemos y nos juzgamos tanto para y por follar. Mi no entender na-da.

Fotos y fotos y fotos en todas las redes sociales habidas y por haber de cuerpos de gimnasio, mientras que las personas que van a la playa con el flotador ya de casa no tienen ni una sola foto torrándose al calentito sol.. Puede que sea por una razón, y es que las personas que no disfrutan del placer de comer (y cuando digo comer no incluyo la comida de pájaro que venden en forma de galleta que tienen -34 kcal/g) y sufren por no llegar aún a su cuerpo idealizado, solo son felices cuando obtienen 25 likes en sus fotos, mientras que los del club del flotador no necesitan aprobación en forma de pulgar hacia arriba.

Siguiendo la lista, despertarse cualquier día más tarde de las 12:00 pm, la hora perfecta para empezar por el desayuno y continuar con la comida; dormir esa siesta en la que miras el calendario antes que el reloj de lo a gusto que has estado en el sofá esos "5 minutitos y me pongo a estudiar", hacerte un único ser con tu propia cama un domingo cualquiera.. ¿qué tiene de malo? ¿qué pasa, no tienes corazón? Quizá, las personas que adoran su cama, no sea precisamente porque son unos vagos y se tiran todo el día en ella, sino todo lo contrario, la echan tanto de menos durante los días laborables, que llega el fin de semana, y después de mucho cansancio acumulado, llega el ansiado reencuentro. (Querer a tu cama más que a tu pareja está ya permitido)


Por último y no por ello menos placentero.. el sexo. Ese tema tabú del que nadie puede hablar si ha cumplido los 40, que tanta vergüenza da pero que todos practicamos, sea solos o acompañados. Si no es nada malo, no hay que esconderse. Esconderse deberían de hacerlo los que nos roban, que es es muy muy malo y mírales, nos sonríen incluso...

¿No es precioso el día en el que llevas a cabo las tres?
En fin, yo asumo que adoro comer; que mantengo una relación seria con mi cama a pesar de que a veces la engañe con el sofá; y que follo, sola y acompañada, aunque ojalá lo hiciese más a menudo. Y sí, soy muy feliz.

Dime que lo haga

Dime que lo haga y te escribo verso a verso a qué saben tus besos, porque sé contar cuentos bonitos, pero más me gusta todavía si soy yo quien los invento, y así poder decir algo sobre la luna sin falta de que se haga de noche, sobre tu risa y mi prisa por volver a oírla. Si te sientas en el suelo, a mi lado, te relato, poco a poco, cómo son esos labios que cierran promesas que nunca salieron de mi boca, cómo sonríen y como los muerdo. Dame unos instantes y haré de tu boca un poema sin palabras ni puntos, ni comas.

15 de noviembre de 2015

Nadie decide

Y me inspira a crecer, y recorrer el mundo sin pensar en el por qué de la gente mala, en el por qué de sus mentes perturbadas, en el por qué de la decepción. Y me ayuda a seguir sin tropezar, que si me caigo me caeré con todo y casi que por voluntad. Nadie decide.

Estos algos que llevamos

Dentro hay algo que no tiene nombre, ni forma, ni color. Hay algo que todos tenemos pero que nadie nunca ha visto. Creo que cada uno tenemos algo diferente, pero que se describe con las mismas palabras, quizás nos faltan palabras. Hay algo aquí dentro, os lo prometo, lo sé porque se mueve, y a veces lo oigo. No sé si es grande o pequeñito, ni siquiera sé si sus ojos son como los míos, bueno, tampoco sé si tiene ojos. Pero si sé que me mira, y desde muchas perspectivas además. Me gusta imaginar que es algo grande, y que está esperando para salir, en algún momento, y cambiar, de todas las formas, todo esto.

23 de junio de 2015

Boca arriba

Me gusta tirarme en el suelo, me encanta. Te tumbas en cualquier superficie, sin ningún pretexto y miras al cielo, lo mismo da si es de día o de noche, si hace sol o estamos bajo el diluvio universal, la sensación de estar ahí, en ese preciso instante, de sentirte y de darte cuenta de lo que está pasando a tu alrededor es cuanto menos fantástica. Todo puede salir mal, pero aún así tienes esa sensación de no estar en el mundo salvaje y apurado en el que vivimos, no hay problemas cuando te tumbas en mitad de la acera, los problemas solo los ves una vez te pones en pie. Estés solo o acompañado, sea noche de sábado o tarde de lunes, boca arriba todo sucede más despacio, el aire entra mejor. Boca arriba miras, ves, observas y admiras todo lo que hay más alto de tu propia cabeza y que de pie ignoras. Boca arriba tu cuerpo es más tuyo. Y a pesar de todo, duermo boca abajo.

24 de abril de 2015

Demasié

Perdona, estás demasiado para mí.

¿Demasiado qué? demasiado gorda, demasiado delgada, demasiado alta, demasiado baja, demasiado plana, demasiadas curvas, demasiado tonta, demasiado lista, demasiado blanca, demasiado morena, demasiado mayor, demasiado pequeña, demasiado ridícula, demasiado seria, demasiado fea, demasiado fiestera, demasiado independiente, demasiado luchadora, demasiado inconforme, demasiado reivindicativa, demasiado responsable, demasiado segura de ti misma, demasiado libre, demasiado habladora, demasiado callada, demasiado reflexiva, ¿demasiado en general?

Para la sociedad puede que estés demasiado de todo eso que has dicho, para mí tan solo estás demasiado bonita cuando te quieres incondicionalmente, cuando te quejas de la publicidad, del marketing actual, de la imagen contradictoria e incomprensible que esperan que tengas, cuando luchas, cuando ríes, cuando eres demasiado tú, aunque nunca sea demasiado.




15 de abril de 2015

Go away

Si te sientes libre y arropado, si tu hogar no tiene dirección fija, si sabes echar de menos y aún así no necesitar, te invito.

Si te gusta no saber, solo por el placer de conocer, si prefieres ser el nuevo, si cambiarías un mapa por dos aventuras de más, te incito.

Si cuando llueve te mojas y cuando hace sol achinas los ojos, si con el viento haces que vuelas y con la nieve bolas, te insto.

Si has llorado, has reído, te has enfadado y disculpado sin importar con quién, si adhieres a tu personalidad un poquito de las de los demás, si te gustan los momentos de soledad, te tiento.

Si no conoces los por qués, si no sabes tomar decisiones importantes, si no te gusta entenderlo todo, te empujo.

Si tienes manías, si  a veces te sientes el raro, si hay cosas de ti que no sabrías explicar, si sabes ver más allá, te animo.

Si quieres querer lo que haces y hacer lo que quieres, si pensarte las cosas se queda en segundo plano, si prefieres arrepentirte a no haber hecho, te sugiero.

Si eres, si vas a ser, si nunca dejarás de serlo, te pido.

Te invito, te incito, te insto, te tiento, te empujo, te animo, te sugiero, te pido que me acompañes. 


27 de marzo de 2015

Dear...

Para todas aquellas personas que están abonadas al "ya no me haces caso" "pasas de mi" "no me saludaste" y demás frases que, personalmente, detesto.

Para las que todo lo hacen bien y solo ven el fallo en la persona que tienen en frente, sobre todo si hablamos de relaciones interpersonales.

Para las del "yo no le abro whatsapp a nadie".

Para las del "yo no sé hacer esto, ni lo otro, ni lo de más allá, pero tampoco lo voy a intentar."

Para las del "cuanto sufro, sufrí y sufriré, qué difícil es mi vida, soy una mártir, oh dios.."

Para las que tienen como lema Mis problemas son los más grandes del mundo, y no tienes.

Para las personas victimistas de vocación.

Para las personas falsas.

Para las que se pasan el día diciéndoles a los demás los doscientos cincuenta y ocho mil complejos físicos que tienen pero que luego se exhiben sin ningún atisbo de vergüenza.

Para las personas que no ven más allá del físico ideal que ni ellas mismas tienen.

Para las personas que no cultivan lo más mínimo la mente, que infravalora el saber, la cultura y presumen de ignorancia.

Para las que siempre están enfadadas con el mundo, porque no son tal y como quisieran ser, aunque luego no mueven un dedo para conseguir hacerse como desean.

Para las que desprestigian a los demás, las que apartan a los diferentes, las que no quieren abrir la mente aunque no cierran la boca.

Para todas esas personas vacías, para las sanguijuelas emocionales, para los cansos, para todas esas personas.


ME LA SUDA

15 de marzo de 2015

P e r s e v e r a n c i a

Y he tardado tanto tiempo en darme cuenta que ahora mismo lo que siento por dentro no es ni pena ni rabia. Las claves del éxito están claras, pero para conseguirlo hay que tener todas y cada una de ellas, pues son las llaves de una puerta vieja, grande y muy pesada, que sino abres todas y cada una de las cerraduras y empujas fuerte, no lograrás abrir ni en veinticinco intentos. La llave del esfuerzo, la llave de la constancia, la llave del sacrificio y la llave que más pasa desapercibida, la más pequeña de todas pero que a su vez resulta ser la más difícil de conseguir y también la más delicada, la de la confianza.
Es importante conseguir el llavero con todas y cada una de ellas, importante por no decir imprescindible, y si una no acaba de encajar, será que no hemos hecho uso de la más apropiada.
Cuando consigues las tres primeras claves, cuando eres y estás por y para ello, cuando sabes cuales son tus prioridades y disfrutas llevándolas a cabo, has de pararte a pensar si realmente lo estás haciendo bien. Si tienes todo lo que necesitas para crecer. Sin confianza, motivación, si no te crees capaz de hacerlo, jamás lo lograrás. Es un hecho. Hay personas que pueden llegar a sus metas sin apenas esfuerzo, pero siempre con y gracias a la confianza.
Es difícil verse caer una y otra, y otra, y otra y otra vez, pero más duro es no saber por qué. Ahora, que has tenido tiempo a pensar, ahora que se ven mejor las cosas desde fuera, ahora que ya es tarde, es cuando tienes el por qué, y de regalo una sensación de mierda. He perdido el tiempo, está claro, pero no por haberme caído una y otra y otra y otra vez, sino porque no hice uso de todas las llaves que debía, porque no supe ver qué fallaba a tiempo, porque no me fijé en lo que más importaba.
Aún así, agradecer sin duda alguna a todo aquel que en casi todo momento pudo dejarme ver la pequeña y escurridiza llave que nunca pude hacer mía.

Próximo objetivo, todas las llaves al llavero. Abrir todas las puertas de par en par. Y quién sabe, quizás volver a enfrentarse con aquella vieja puerta, una vez más.

La hormiguita no se hizo amiga de la cigarra porque la cigarra cantaba mal, no porque no pensasen igual.

31 de enero de 2015

Winter

Una y otra vez, tic tac, tic tac, tic tac, cada segundo que abandona el reloj anega la habitación de un silencio cómodo, tan solo roto por las gotas de lluvia que se dejan caer contra le ventana empujadas por el fuerte viento que tenía como objetivo derribar. Derribar todo lo que se encontrase en el camino, la calma, la armonía de lo cotidiano.. Nada nuevo, si es invierno, ¿no?
Todas las luces apagadas para que así la oscuridad abrazase esos pensamientos que velozmente llenan la habitación, y al mismo tiempo la vacían, componiendo así un ritmo estrepitosamente silencioso de idas y venidas, de ideas que nacen y se mueren, de deseos que se pierden en la inmensidad de unos escasos metros cuadrados. 
Es cierto que con un poco de música, una lámpara o quizás un poco de compañía este ambiente moriría, pero por qué acabar con todo lo que no parece alegre, por qué no disfrutar de la soledad de un día frío de invierno, un poco de reflexión y una buena cura de nostalgia, por qué no recordar, elegir qué olvidar y limpiarnos por dentro, ¿por qué no? ¿Por que no parece divertido? ¿por que no parece alegre? quizás. 
A veces, solo nos hace falta un poco de nada, para conseguir mucho. A veces, solo tenemos que pensar. A veces, solo necesitamos sentirnos solos, aunque no lo estemos.