14 de marzo de 2016

Ja

Que me río yo de los lunes y sus despertadores, 
de los inviernos y sus heladas,
de la rutina y su monotonía.

Si quiere amanecer temprano, que amanezca,
que reinen las ojeras bajo los ojos
y los cafés oscuros.

Será que no temo el tedio,
que no me da miedo el horario,
y me declaro amante fugaz del aburrimiento.

Pues es que, borraría las semanas,
qué más dará el día que marquen
si siempre es buen momento,

para aprender y enseñar
a usar las veinticuatro horas del día
y no a dejarlas correr. 

Que vivir es, entonces, 
cansarse de soñar
y de estar despierto,
al mismo tiempo. 


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